La noticia de la quiebra de Detroit ha sorprendido a los que no sabíamos que la economía de esta ciudad estaba en el alero. Moody’s ya avisó de este hecho en noviembre de 2012. Pero esto o fue noticia de portada entonces.
La quiebra de Detroit sólo significa la entrada en una fase
de restructuración de deuda con acreedores para tratar de salir adelante. Pero
será una salida que tardará años.
Lo simbólico del hecho es que una ciudad que llegó a tener 2
millones de habitantes, fue cuarta ciudad los Estados Unidos y cuna de la
industria automotriz (no nos olvidemos de los Detroit Pistons porque de los coches
viene lo de los “pistones”) por el devenir de la economía, la industria y la
Historia hoy es una ciudad con 700.000 personas, sede de General Motors (que quebró
en medio de la actual crisis) aunque sin más desarrollo del sector
automoción y probablemente la ciudad más insegura, peligrosa y con mayor índice
de pobreza del país. De la gloria al infierno.
Estamos en un momento histórico donde vemos que pasar de
arriba abajo es una posibilidad terrible, pero posible.
¿Por qué ocurre esto? Habría que estudiar la historia de la
ciudad, su contexto económico, social, cultural, la evolución de las cosas que
un día supusieron su éxito. ¿Qué pasó con esas cosas que ensalzaron a la ciudad
a lo más alto? Sin saber nada se presume un modelo de despreocupación del
gobierno y de los propios ciudadanos para con su hogar. La falta de innovación,
la comodidad de los empresarios, la ausencia de iniciativa y de visión de
futuro entre otras muchas razones probablemente hayan sido algunas causas que
han arrastrado a Detroit a esta situación.
Lo que parece claro es que cuando no nos apuntamos al cambio
y dejamos que este nos supere, quebramos: las ciudades, las empresas, los
gobiernos, las familias, las personas.
Creo que debemos tomar nota y mantener una actitud
permanentemente inquieta, de aportación, de evolución, de crecimiento.
Detroit puede ser el símbolo o la metáfora de situaciones
actuales en nuestro entorno que vemos que pueden acabar así.
Aunque… ojo, precisamente trabajando, gestionando e
innovando se sale adelante. General Motors es el vivo ejemplo: “General
Motors obra el milagro: de la quiebra al número uno en apenas dos años”.
Atención: INNOVACIÓN TECNOLÓGICA.
Y tú, ¿qué piensas?
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