Desde el presente soporte on-line, en línea, internet o entre redes, escribo para mirar al futuro y preguntar ¿somos las personas y por lo tanto es la sociedad digital o de carne y hueso?
Actualmente, en un momento en el que decimos "todo cambia", "todo va muy deprisa" debido a un ingente uso doméstico de la tecnología, me gusta pararme y pensar algo tan esencial como la materia de la que estoy hecho. Sí, la materia. Porque yo no soy virtual. Ni virtual es el soporte en el que me estás leyendo. Todo es real. El soporte... sí, llamémoslo digital, virtual, on-line... pero es real. La forma del contacto, ¿es diferente por el soporte que lo contiene? Sí, pero al final... es real.
En un rato me iré a la cama, dormiré, al amanecer me levantaré y desayunaré. Y todo habrá sido real. Y real será el coche que conduzca para ir al trabajo, y el diésel para que este siga funcionando.
Y lo más importen, real será el contacto con las personas con las que mañana interactuaré para desarrollar mi trabajo, mi producción rentable para mi compañía.
¿Por qué tratamos de desviar la atención de la forma al contenido? ¿De verdad los usos de las personas reales serán en virtud? Yo creo que no. Diferentes sí. Hoy vivimos muy diferentes en la forma a como lo hicieron nuestros padres, abuelos y bisabuelos, pero la base de las conductas es la misma. La pirámide de atenciones (alimento, hogar, conocimiento... dinero y poder) es la misma. ¿La virtualidad en el soporte, en la forma, va a alterar la esencia del contenido? Creo que no.
Por esta razón básica considero que si bien "el medio es el mensaje" y las formas afectan a la percepción y entendimiento del contenido, este, el mensaje, si es esencial, real, de carne y hueso, producto de la reflexión, el contraste, la razón, también de la emoción... será más incisivo y penetrará más y mejor en el receptor. Por ello, el soporte digital sin definición no sirve de nada. Parece obvio, pero muchas compañías, muchos managers pierden de vista este sentido y son arrastrados por la fuerte corriente de lo virtual. Se olvidan de sus responsabilidad como comunicadores en términos de expertos en comunicación y marketing.
Estamos ante un nuevo soporte, de corte audiovisual, de generación de feedback on-time, pero un soporte al fin y al cabo. Lo digital, lo virtual, no configura el mensaje en sí mismo. Somos las personas quienes lo hacemos. Aunque incluso la penetración del uso digital llegue a ser del 100% (que en años cercanos llegará, sin duda), el mensaje pertenece al productor de la comunicación, no al ingeniero del soporte.
¿Qué el soporte ofrece nuevas formas de impactar el mensaje? Sin duda. Recuerdo: "el medio es el mensaje", pero este mensaje no nace de la tierra regada por la lluvia.
Los expertos y responsables de la comunicación informativa y comercial de empresas, instituciones y gobiernos deben ahondar en su potencial creador de mensajes y medir los soportes a utilizar sin caer en la tentación de lo virtual como más rentable por se moderno, nuevo, cambiante y rápido.
Y tú, ¿qué piensas?
C ambio Change
R esponsabilidad Responsibility
I ndustria Industry
S ociedad Society
I nnovación Innovation
S eguridad Security
R esponsabilidad Responsibility
I ndustria Industry
S ociedad Society
I nnovación Innovation
S eguridad Security
jueves, 21 de junio de 2012
jueves, 7 de junio de 2012
22 PREMIOS NOBEL Y LA CUOTA DE RESPONSABILIDAD
El pasado 5 de junio la prensa publicaba la noticia de la declaración del jurado de los premios Jaime I, entre los que están 22 premios Nobel. En esta ocasión, este jurado ha abogado por al importancia de la inversión en I+D+i y se lamentaba de los recortes presupuestarios precisamente en estas partidas.
El manifiesto del jurado decía, según recoge la prensa, que “la negligencia ha sido una de las raíces de la crisis económica actual” achacable a “toda la sociedad”; “todos han intentado conseguir lo máximo posible con el menor esfuerzo posible”; el jurado apela para salir de la crisis a “un mayor reconocimiento a la ética, al emprendimiento y al valor del esfuerzo y la responsabilidad”.
La responsabilidad, ¿no es esta una de las letras, la R, de la CRISIS? La responsabilidad, ¿no es cierto que podríamos resumir toda la crisis actual en el ejercicio de falta de responsabilidad por parte de gobiernos, instituciones, organizaciones no lucrativas, instituciones financieras, empresas, familias, otros colectivos y por supuesto las personas que configuran cada uno de estos estamentos? Yo creo que sí. Pero, ¿todos en el mismo grado? ¿La cuota de responsabilidad sobre lo pasado, lo actual y lo futuro es igual para todos en todos los casos? Yo creo que no.
La Sociedad, en su interpretación más amplia, abierta y laxa, es responsable de lo ya hecho, de lo que en este instante hace, y de lo que queda por hacer, pero cada componente individual no tiene la misma cuota de responsabilidad de cada una de las acciones.
El contrato del producto financiero denominado participación preferente explica las condiciones para ambas partes que firman. La lectura del mismo por la parte contratante es clave. Pero ante el interés por cobrar un bonus por parte del directivo de la compañía que vende este producto, ¿es el mismo cliente aquel que es ilustrado, formado y que debe leer todas letras antes de firmar, que aquel señor mayor que seguro que sabe leer, pero no entender ciertos lenguajes financieros? No quiero caer en la demagogia, pero ante las noticias de estos días en las que la fiscalía estudia hasta cinco posibles casos de delito penal en la configuración de Bankia, entiendo que lo que quiero decir no es demagógico, sino simplemente el reflejo de la falta de responsabilidad, en este caso del sector financiero, al poner en circulación productos “defectuosos”, con plena consciencia, pero sin manifestar éstas con claridad en virtud de desarrollar responsablemente su función económica que es ganar dinero, por supuesto, con la venta rentable, lo más rentable posible, por supuesto, de productos no defectuosos, (y esto también debe estar por supuesto). Aquí está el matiz, la diferencia, la consideración responsable.
Si una compañía automotriz fabrica un coche y sabe que a partir del kilómetro 10.000 al vehículo le fallan los frenos con una altísima probabilidad, aun avisando al posible cliente, ¿por qué lo pone a la venta? Porque si alguien lo compra sin ser avisado, y sin leer las letras del contrato donde quizás se haga referencia a esto, ¿quién falta su responsabilidad? Ambos, aunque no en todos los casos con cuotas de responsabilidad igual.
Por lo tanto, ¿todos los estamentos son igualmente responsables ante la actual CRISIS? Gobiernos, empresas, finanzas, familias... ¿todos son responsables en la misma proporción? Claramente no. Por lo tanto, debemos exigir la proporciones de responsabilidad que cada uno tiene.
La cuestión es que a pesar de las extremas circunstancias que vive la Sociedad, siguen sucediéndose casos de importante falta de responsabilidad por parte de todos, y de unos estamentos más que de otros.
Hasta que no evolucione esta conciencia, no saldremos de esta CRISIS.
Y al respecto de esto, el jurado de los premios Jaime I dijo también: “Si vamos a salir de esto, todos debemos trabajar; no puedes esperar a que llegue alguien con un milagro”. Tenemos que movernos cada uno individualmente, sin esperar que nadie nos mueva, ejerciendo nuestro deber responsable y aspirando a progresar y por lo tanto evolucionar (y esto implica ir a mejor, ¿quién quiere ir a peor?). Si cada uno ejerce su deber responsable (el padre en su familia, el amigo en su grupo de colegas, el profesional en su andamio o en su oficina, el directivo en su comité, el presidente en su Gobierno estatal o empresarial, etc.) más pronto que tarde saldremos de la crisis, y cada cual mejor o peor en función del esfuerzo, trabajo, consciencia y responsabilidad ejercidos.
Y tú, ¿qué piensas?
El manifiesto del jurado decía, según recoge la prensa, que “la negligencia ha sido una de las raíces de la crisis económica actual” achacable a “toda la sociedad”; “todos han intentado conseguir lo máximo posible con el menor esfuerzo posible”; el jurado apela para salir de la crisis a “un mayor reconocimiento a la ética, al emprendimiento y al valor del esfuerzo y la responsabilidad”.
La responsabilidad, ¿no es esta una de las letras, la R, de la CRISIS? La responsabilidad, ¿no es cierto que podríamos resumir toda la crisis actual en el ejercicio de falta de responsabilidad por parte de gobiernos, instituciones, organizaciones no lucrativas, instituciones financieras, empresas, familias, otros colectivos y por supuesto las personas que configuran cada uno de estos estamentos? Yo creo que sí. Pero, ¿todos en el mismo grado? ¿La cuota de responsabilidad sobre lo pasado, lo actual y lo futuro es igual para todos en todos los casos? Yo creo que no.
La Sociedad, en su interpretación más amplia, abierta y laxa, es responsable de lo ya hecho, de lo que en este instante hace, y de lo que queda por hacer, pero cada componente individual no tiene la misma cuota de responsabilidad de cada una de las acciones.
El contrato del producto financiero denominado participación preferente explica las condiciones para ambas partes que firman. La lectura del mismo por la parte contratante es clave. Pero ante el interés por cobrar un bonus por parte del directivo de la compañía que vende este producto, ¿es el mismo cliente aquel que es ilustrado, formado y que debe leer todas letras antes de firmar, que aquel señor mayor que seguro que sabe leer, pero no entender ciertos lenguajes financieros? No quiero caer en la demagogia, pero ante las noticias de estos días en las que la fiscalía estudia hasta cinco posibles casos de delito penal en la configuración de Bankia, entiendo que lo que quiero decir no es demagógico, sino simplemente el reflejo de la falta de responsabilidad, en este caso del sector financiero, al poner en circulación productos “defectuosos”, con plena consciencia, pero sin manifestar éstas con claridad en virtud de desarrollar responsablemente su función económica que es ganar dinero, por supuesto, con la venta rentable, lo más rentable posible, por supuesto, de productos no defectuosos, (y esto también debe estar por supuesto). Aquí está el matiz, la diferencia, la consideración responsable.
Si una compañía automotriz fabrica un coche y sabe que a partir del kilómetro 10.000 al vehículo le fallan los frenos con una altísima probabilidad, aun avisando al posible cliente, ¿por qué lo pone a la venta? Porque si alguien lo compra sin ser avisado, y sin leer las letras del contrato donde quizás se haga referencia a esto, ¿quién falta su responsabilidad? Ambos, aunque no en todos los casos con cuotas de responsabilidad igual.
Por lo tanto, ¿todos los estamentos son igualmente responsables ante la actual CRISIS? Gobiernos, empresas, finanzas, familias... ¿todos son responsables en la misma proporción? Claramente no. Por lo tanto, debemos exigir la proporciones de responsabilidad que cada uno tiene.
La cuestión es que a pesar de las extremas circunstancias que vive la Sociedad, siguen sucediéndose casos de importante falta de responsabilidad por parte de todos, y de unos estamentos más que de otros.
Hasta que no evolucione esta conciencia, no saldremos de esta CRISIS.
Y al respecto de esto, el jurado de los premios Jaime I dijo también: “Si vamos a salir de esto, todos debemos trabajar; no puedes esperar a que llegue alguien con un milagro”. Tenemos que movernos cada uno individualmente, sin esperar que nadie nos mueva, ejerciendo nuestro deber responsable y aspirando a progresar y por lo tanto evolucionar (y esto implica ir a mejor, ¿quién quiere ir a peor?). Si cada uno ejerce su deber responsable (el padre en su familia, el amigo en su grupo de colegas, el profesional en su andamio o en su oficina, el directivo en su comité, el presidente en su Gobierno estatal o empresarial, etc.) más pronto que tarde saldremos de la crisis, y cada cual mejor o peor en función del esfuerzo, trabajo, consciencia y responsabilidad ejercidos.
Y tú, ¿qué piensas?
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