En estos tiempos que corren, Albert Einstein resulta un personaje muy al uso de todos aquellos que reflexionamos sobre la CRISIS. El genio dijo muchas cosas interesantes al respecto de la CRISIS: “No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”; “Quien supera la CRISIS se supera a sí mismo sin quedar ‘superado’””; “La verdadera CRISIS es la CRISIS de la incompetencia”; “Sin CRISIS no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía”; “Sin CRISIS no hay méritos”; “Hablar de CRISIS es promoverla, y callar en la CRISIS es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro”.
Fuera de este discurso sobre la CRISIS, Albert Einstein registra entre otras la cita siguiente: “No entiendes algo a menos que seas capaza de explicárselo a tu abuela”.
CRISIS. ¡Qué palabra! Pero realmente ¿sabemos qué es la CRISIS? ¿Qué significa? ¿Por qué estamos en CRISIS?
La Real Academia Española (RAE) define: crisis. (Del lat. crisis, y este del gr. κρίσις). 1. f. Cambio brusco en el curso de una enfermedad, ya sea para mejorarse, ya para agravarse el paciente. 2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales. 3. f. Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese. 4. f. Momento decisivo de un negocio grave y de consecuencias importantes. 5. f. Juicio que se hace de algo después de haberlo examinado cuidadosamente. 6. f. Escasez, carestía. 7. f. Situación dificultosa o complicada.
Tratando de entender, CRISIS es cambio. Cambio difícil, quizás traumática, hacia otro estado.
Pero, ¿es malo el cambio? Creo que no. Creo que es bueno. ¿Y hacia qué estado? ¿Hacia uno mejor, hacia uno peor? Eso no lo sabemos. Ahora bien, naturalmente debemos desear cambiar hacia mejor.
Por lo tanto, la CRISIS es cambio, durante el cual se cruza por una situación traumática, para llegar a otro punto deseablemente mejor. Sin CRISIS no mejoramos. Aunque con CRISIS podríamos también empeorar. En este punto es donde entra en juego la reflexión final de Einstein: “trabajemos duro” para sacar provecho de la CRISIS.
¿Cómo entramos en CRISIS? El proceso crítico puede ser individual o colectivo, y obedece a motivaciones de diversa índole, de tantas como caras tiene el ser humano individual y social. La CRISIS que vivimos, en efecto, está desencadenada por múltiples motivos. Quizás el más importante sea el económico, pero hay más. Y la propia palabra CRISIS los recoge:
C de cambio, de comportamiento de las personas ante ellas mismas.
R de responsabilidad: esta es la primera razón de ser. Individuos, colectividades, instituciones, empresas, gobiernos... cada uno en una medida distinta hemos faltado a la responsabilidad de los diferentes quehaceres durante los últimos 15 años. Y seguimos faltando.
I de industria: la producción, el trabajo, lo tangible. ¿Qué progresos tangibles ha desarrollado el hombre en estos años de los cuales ahora se beneficie la sociedad? ¿Es un avance humano el producto financiero especulativo?
S de sociedad. La sociedad, las personas en su condición de persona, y no de número, ¿en qué rango de importancia han estado frente a valores nada loables como la avaricia, la codicia, la envidia?
I de innovación. ¿Qué hay nuevo hoy en el arranque del Siglo XXI frente al final del pasado Siglo XX? ¿Los individuos, los colectivos, las instituciones, las empresas, los gobiernos hemos creado novedades con el objetivo de evolucionarnos? ¿O por el contrario hemos vivido el presente más egoísta y cercano posible sin atender a la responsabilidad futura?
S de seguridad. La falta de responsabilidad nos ha llevado y nos lleva a una situación general de mayor inseguridad vital.
Durante demasiado tiempo, todos, en diferentes medidas, hemos faltado a la responsabilidad de cumplir correctamente con las funciones encomendadas: un buen gobierno político, un buen gobierno corporativo empresarial, un buen gobierno familiar... en las vertientes económica, social, cultural...
Como conclusión, creo que estamos inmersos en un cambio hacia un punto que aún no visionamos, producto de la irresponsabilidad, y por lo tanto excesiva y extremadamente dramático.
Pero es una CRISIS, es decir, un cambio, no un fin. Ahí radica la clave del éxito de esta CRISIS: si reconocemos que el cambio es bueno siempre que nos lleve a un punto mejor y trabajamos pensando que podemos (incluso diría que debemos) llegar a ese destino, lo conseguiremos. Y para conseguir cosas buenas nunca es tarde.
Desde aquí trataremos de escribir, de analizar, de poner en común aquellas cosas que están sucediendo con la intención de discernir ese “rumbo a mejor”. Consideraremos la Economía, la Política, al Empresa y la Comunicación. Otras cuestiones de tipo psicológico, religioso, espiritual, si bien son fundamentales en intrínsecos al ser humano, deben ocupar otra esfera diferente a este blog, aunque podremos integrarlas cuando sea pertinente.
La CRISIS es cambio; controlemos la CRISIS, aprovechemos el cambio hacia un destino mejor. ¿Por qué no? ¿Quién lo prohíbe? ¿Qué lo impide? ¿No debemos ser mejores cada día?
Y tú, ¿qué piensas?